El higo seco de nuestra comarca debe apostar por su tecnificación y comercialización
Los miembros del proyecto @prendizext ‘Robledo’, promovido por el Ayuntamiento de Montánchez, han aprendido nuevas técnicas relacionadas con el cultivo de la higuera y la explotación de sus productos.
El grupo de aprendices de jardinería de Montánchez visitó la finca La Orden -espacio dependiente de la Junta de Extremadura, en la que los técnicos agrícolas investigan y experimentan técnicas de poda, riego, abonado y acondicionamiento de diferentes cultivos-, con motivo de una jornada centrada en la poda de la higuera.
En Extremadura, por tradición, se ha cultivado la higuera para el aprovechamiento del higo seco, por lo que no hay problema con el tamaño del árbol, explica Fernando Pérez, técnico del centro. El problema -añadió- surge cuando el objetivo es la recolección del higo fresco, como un frutal más.
Así, la poda de la higuera es muy diferente en función de si se quiere aprovechar el higo fresco o seco. «Los mejores resultados de higo fresco se consiguen con la poda de las ramas más altas en época invernal y aportando nitrógeno antes de la formación del higo», explicaron los técnicos.
La poda de la higuera aprovechada para higo seco es muy leve y se basa en eliminar las ramas secas, tronchadas, cruzadas y combatir ramas demasiado elevadas.
Por el contrario, si lo que busca el agricultor es trabajar con el higo fresco, hay que hacer una primera poda de formación a una altura de 70 cm en el tronco de la higuera. A partir de la formación de esa cruz en el tronco del árbol hay que dar la forma deseada a la copa de la higuera, explica el personal técnico de la finca.
Además, es necesario asegurarse de que la formación de las ramas de la higuera se produce a diferentes alturas. También hay que dejar algunas ramas cruzadas para que protejan el centro y el tronco de la higuera y que así este no se queme por efecto del sol.
Numerosos agricultores, cooperativistas y propietarios de grandes explotaciones agrarias aportaron también su conocimiento y experiencia sobre el cultivo de este árbol tan extendido en el campo extremeño. En la región se encuentra el 43% de la superficie destinada al cultivo de la higuera en España y la producción de higo representa el 31% del país.
«El higo fresco es una alternativa al cultivo tradicional, aunque nuestra comarca debe apostar por la tecnificación del higo seco y su comercialización», opina Alfonso Jara Cerrudo, ingeniero agrónomo y monitor del proyecto.
Los aprendices de jardinería de Montánchez y Torre de Santa María vieron también diferentes modalidades de injertos en higueras. En el higueral, los trabajadores manifestaron la conveniencia de eliminar los higos secos sujetos al árbol tras la temporada de recolección. De esta forma se evita la posible infección de las ramas.
Vía: Sierra y Llano. Periódico de la comarca Montánchez y Tamuja