Los higos, un gran aliado para combatir la osteoporosis
Tanto si los comes frescos como secos, en mermelada o en rodajas en una ensalada, los higos son una forma deliciosa de satisfacer tu gusto por lo dulce sin cargarte de azúcares refinados.
Sin embargo, estas frutas no sólo son buenas para el paladar, sino que, según los expertos, tienen otro beneficio importante en la manga: son una gran opción si quieres mejorar la salud de tus huesos.
“Los higos son una fuente sorprendente de calcio y magnesio, nutrientes que fortalecen los huesos. Una porción de unos cuatro higos proporciona 60 miligramos, o el 6% del valor diario (VD), de calcio”, dice Holly Klamer, MS, RDN, una nutricionista dietista de Michigan y autora de My Crohn’s and Colitis Team.
“Además de proporcionar estos nutrientes que fortalecen los huesos, una revisión de 2018 sobre los higos sugiere que los higos pueden inhibir la actividad de los osteoclastos, que rompen el hueso”, dice Klamer. Como tal, “los higos pueden ser útiles para tratar o prevenir la osteoporosis”, añade Klamer.
Además, un solo higo contiene aproximadamente 161 miligramos de potasio, un mineral esencial para la salud de los huesos. Una revisión de 2015 publicada en la revista Osteoporosis International descubrió que el bicarbonato y el citrato de potasio, ambos presentes en muchas frutas y verduras, reducían la excreción de calcio, que puede debilitar los huesos, y la reabsorción ósea, un proceso biológico que puede debilitar o incluso reducir los huesos.
“Nuestro estudio demuestra que estas sales podrían prevenir la osteoporosis, ya que nuestros resultados mostraron una disminución de la resorción ósea”, explicó en un comunicado la doctora Helen Lambert, autora principal del estudio de Osteoporosis International y profesora de nutrición en salud pública de la Universidad de Surrey.
Aunque los higos pueden ser una gran adición a su dieta para combatir la osteoporosis, no es el único beneficio que obtendrá de estas sabrosas frutas. Un solo higo contiene también 1,45 gramos de fibra, que puede mejorar la regularidad digestiva y reducir el riesgo de cáncer colorrectal.
Texto: Sarah Crow
Fuente: Eat This, Not That!
Foto: Anastasiia Balandina/Unsplash