Cada vez más productos alimentarios incorporan higos a su composición
Los higos, gracias a su sabor y su alto contenido en fibra, aparecen cada vez más en docenas de nuevos productos alimentarios, desde mermeladas, chutneys, chocolates o barras de cereales, hasta vinagres balsámicos y quesos de cabra.
Al igual que las ciruelas pasas, los higos son altos en fibra, calcio y potasio y ayudan a la digestión. Además, son bajos en colesterol y sin grasa.
“Son fantásticos en términos de fibra. Tomar entre tres y cinco higos secos o frescos aporta cinco gramos de fibra. Lo que es único en su fibra es la mezcla de fibra insoluble y fibra soluble”, dice Christy Brissette, dietista y presidente de 80 Twenty Nutrition.
La fibra insoluble, que se encuentra en el salvado de trigo, granos enteros y algunas verduras, ayuda a promover la regularidad y un sistema digestivo saludable. Mientras, la fibra soluble ayuda a bajar los niveles de colesterol y controlar los niveles de azúcar en la sangre. Este tipo de fibra se encuentra en la avena, cebada, naranjas, frijoles secos y lentejas.
En una “competición” de fibra, los higos ganarían a las ciruelas y uvas pasas.
Comer 125 ml de higos secos proporciona 120 miligramos de calcio. Una porción de tres higos grandes producirá un poco más de potasio que un plátano. El aumento de la cantidad de potasio en la dieta contrarresta los efectos del sodio, ayudando a reducir la presión arterial, dice Brissette.
Casi el 50 por ciento de la cosecha fresca de California se exporta a Canadá. Frescos están disponibles de mayo a diciembre, mientras que los higos secos están en tiendas durante todo el año.
Algunos de los tipos más comunes enviados a Canadá incluyen Black Mission – la variedad más vieja plantada en California por los misioneros españoles en el 1600s – así como Calimyrna, de Kadota y de Sierra.
Pequeñas cantidades de una nueva variedad fresca llamada Tiger -de rayas amarillas y verdes con un interior rojo- fueron exportadas a Canadá el año pasado.
Texto: Lois Abraham, The Canadian Press
Fuente: Flamborough Review
Vía: HIGOS&FIGS